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El Teatro Villamarta presenta una ‘Suor Angelica’ llena de “sorpresas y emociones”
‘Pasión y muerte de Angélica’ relaciona la ópera de Puccini con la música de Brahms en un concepto “singular”
El músico Giacomo Puccini tenía una tía en un convento y, cuando iba a verla, las monjas le pedían que tocara al piano canciones no religiosas. Este dato biográfico del célebre compositor italiano es uno de los puntos de partida del espectáculo ‘Pasión y muerte de Angélica’ ideado por Francisco López. Un proyecto “singular” que une la ópera ‘Suor Angelica’ de este autor y una serie de canciones, dúos y corales de J. Brahms que podrá verse el próximo viernes día 25 de noviembre en el Teatro Villamarta.
El acto de presentación de esta propuesta estuvo presidido por Antonio Real, delegado de Turismo, Cultura y Fiestas. Tras dar la bienvenida a las cantantes protagonistas –la soprano Maribel Ortega y la mezzosoprano Alicia Nafé-, agradeció su esfuerzo y se mostró esperanzado de que otras grandes obras puedan verse en el coliseo jerezano en el futuro.
“Es un espectáculo lleno de sorpresas y emociones”, señaló Francisco López, responsable de su dramaturgia y dirección escénica. En su intervención no sólo hizo mención a que tomaba como base la experiencia biográfica de Puccini en sus visitas al convento, sino que ha tratado plasmar su ópera ‘Suor Angelica’ desde otra perspectiva. A este respecto, señaló que el resultado es un “espectáculo único, concebido en estas circunstancias y en este momento”.
Esta nueva perspectiva intenta resolver la primera hora “intrascendente” de ‘Suor Angelica’, tal y como se suele presentar al público. De hecho, al tratarse de una ópera breve, su fuerza dramática se desarrolla en su segundo tramo, de forma que este planteamiento no ayuda a meterse al público en la situación del drama que se narra sobre el escenario.
Preparación psicológica y ambiental
“Me parecía que más que relacionar la ópera con otra, hacía falta una preparación psicológica y ambiental del público y de los artistas para meterse de lleno en la obra”, aseguró Francisco López. Por tanto, su propuesta convierte en “transcendente” esa primera parte. “Pensé en esos siete años encerrada en el convento del personaje, separada de su hijo. Y pensé en Brahms”, añadió.
De ahí que las canciones, dúos y corales del compositor alemán –bajo el título ‘Oh mundo, debo dejarte’- representen “la noche sin fin. Esas noches inacabables de Suor Angelica, obsesionada con su hijo al que no conoce, por salir a verlo”. En su opinión, en este espectáculo lírico “no hay primera parte. Todo está relacionado”. “Es una obra de mujeres, hecha por mujeres”, matizó.
Asimismo, resaltó el trabajo realizado por 13 miembros del Coro del Teatro Villamarta –“no interpretan papeles pequeños”- y explicó que esta versión incluye el piano no como un instrumento de acompañamiento, sino como parte integrante del espectáculo.
De esta manera, Carlos Aragón no sólo estará en escena como pianista –junto a Silvia Mkrtchian-, sino que interpreta el papel de aquel joven Puccini que iba de visita al convento a ver a su tía. Aragón, que también ejerce de director musical, reconoció que este contraste entre Brahms y Puccini le sorprendió al principio, pero “funciona”. “La parte de Brahms es muy especial”, dijo.
Sobre las dificultades de la partitura de Puccini, expuso que se trata de un músico “con un pulso dramático enorme, con muchos cambios de tiempo musical a los que hay que estar atentos”. A su juicio, ‘Suor Angelica’ es una ópera “muy difícil y hay 13 papeles solistas que habitualmente interpretan profesionales y, en este caso, recaen sobre el Coro”. De ahí que hiciera hincapié en la aportación al espectáculo de esta formación vocal. “Estoy contentísimo con su trabajo”, sentenció.
La soprano Maribel Ortega encarna el papel de Suor Angelica, un personaje “duro”. “Puccini siempre apela a la sensibilidad femenina. Hay que ser de piedra para no llevarlo a ese terreno”, afirmó. Sobre el concepto escénico, calificó de “fantástica” la idea. “Me mueve por dentro para trabajar el personaje”, precisó.
La mezzosoprano argentina Alicia Nafé, que debuta en el Teatro Villamarta, ejerce de “maltratadora” en su papel de Tía Princesa. “Lo principal es conseguir que la gente se emocione”. A este respecto, confesó que “tengo que estar muy fría” en algunos momentos para no dejarse arrastrar por los sentimientos que envuelven ciertas escenas.
Departamento de Comunicación
Jerez, 22 de noviembre de 2011