Comunicado de la Dirección de la Fundación Teatro Villamarta
En relación con las declaraciones de los representantes del SIP difundidas por los medios de comunicación acerca del impago de las nóminas al colectivo al que representan, en las que vierten críticas que afectan a la actividad del Teatro Villamarta, la Dirección de esta Fundación quiere trasladar a los ciudadanos de Jerez las siguientes consideraciones:
1. Mostramos nuestra solidaridad con la grave situación personal y familiar provocada por el impago de las nóminas que soportan los trabajadores de la policía municipal; de la misma manera que, entendemos, la policía municipal será solidaria con la situación de impagos que sufrimos el resto de los trabajadores municipales, tanto los directamente dependientes del Ayuntamiento como los de empresas, fundaciones (entre los que nos encontramos todos los trabajadores del Teatro Villamarta) y empresas concesionarias de servicios municipales.
2. Es por ello que nos produce extrañeza e inquietud –dejémoslo ahí-- una parte de las citadas declaraciones, en las que “critican que en el Teatro Villamarta se sigan celebrando ‘costosas actuaciones’ con el presupuesto municipal, mientras la plantilla de trabajadores sigue sin cobrar”. A este respecto –y entendiendo que estas afirmaciones no son una mera afirmación de gustos o aficiones personales (es decir, que a los representantes del SIP no les atraigan y les parezcan superfluas estas ‘costosas representaciones’); sino que señalan caminos objetivos (es decir, que no haya ‘costosas representaciones’) para solucionar el problema de los impagos de las nóminas, manifestamos lo siguiente:
a. El derecho de acceso de todos los ciudadanos a la cultura es un precepto constitucional, equiparable al de la educación universal, la sanidad pública o la seguridad. El disfrute de estos derechos –que forman parte de nuestro estado del bienestar-- se financia de manera solidaria a través de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, que nos responsabilizamos de su equilibrio pensando en el bien común. Me explico: del hecho de no tener hijos o de no tener coche no debe inferirse necesariamente que debamos renunciar a la educación pública o a las autovías sin peaje.
b. Concretamente en Jerez, la apuesta por la cultura no debería entenderse sólo como el ejercicio de este derecho, sino como una necesidad y un objetivo de proyecto de ciudad insoslayables para su desarrollo presente y futuro; que, en gran medida y de manera prioritaria, está unido al turismo cultural. En esta dirección, la Fundación Teatro Villamarta tiene acreditada la importancia de su actividad, a través de proyectos como el Festival de Jerez o el Centro Lírico del Sur, que no sólo aportan imagen y prestigio, sino también riqueza para determinados sectores productivos de la ciudad. Prescindir de este instrumento estratégico o eliminar su capacidad operativa (no da igual ocho que ochenta) no parece ser el camino adecuado para empezar a construir el nuevo futuro de Jerez.
c. Volvemos a informar una vez más de que la subvención municipal que recibe la Fundación Teatro Villamarta se destina exclusivamente al pago (parcial) de las nóminas de los trabajadores y de algunos gastos de funcionamiento (luz, agua, limpieza, reparaciones, seguros civiles, etc.); mientras que los costes directos e indirectos de toda la programación (tanto las ‘costosas actuaciones’ como las otras) se cubre con los ingresos directos de taquilla y patrocinios generados por la propia actividad. Este hecho –el de la no contribución del Ayuntamiento a los costes de programación: excepcional entre los teatros públicos españoles, los grandes y los pequeños— tiene un sencillo y nítido corolario: el pago de las nóminas municipales pendientes nada tiene que ver con la programación del Teatro. Señalar, por tanto, en la dirección que lo hace el SIP es un gratuito y dañino brindis al sol, que queremos achacar a la manifiesta desinformación o desinterés por la cultura de sus representantes sindicales y no al carácter mezquinamente corporativo de un sindicato.
d. En este sentido, conviene recordar que los trabajadores de la Fundación Teatro Villamarta son (somos) tan trabajadores del Ayuntamiento como los de la policía municipal, los de cementerios, los del Área de Cultura o los del Zoológico. Con todos ellos estamos sobrellevando esta situación como buenamente se puede y lo estamos haciendo sin merma de nuestras prestaciones en nuestros puestos de trabajo a la hora de mantener la programación del Teatro, soportando situaciones familiares extremas. Y lo hacemos porque creemos en el valor social de mantener el Villamarta en funcionamiento, porque creemos en su importancia para el desarrollo de Jerez. Y porque sabemos que el cobro de nuestras nóminas y el futuro de nuestros puestos de trabajo no están directamente ligados a lo que comen las cabras del Zoológico o a lo que cuestan las horas extras de la policía; sino al valor y la importancia de nuestra empresa (la Fundación Teatro Villamarta) en el proyecto actual y futuro de la ciudad, en mejorar y ser más competitivos y en convencer a los ciudadanos y a sus representantes políticos –a quienes, en definitiva, se dirige este escrito— que, en estos momentos, apostar por el Villamarta es creer en el progreso cultural y económico de Jerez. Despreciar lo que se ignora sólo lleva a la oscuridad, a los callejones sin salida. Y no estamos para eso.
En Jerez, a 24 de enero de 2012.
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
FUNDACIÓN TEATRO VILLAMARTA